Sara Batalla, una luna entre las sombras
Sara Batalla, una luna entre las sombras Por Jonathan Muñoz Ovalle Sara Batalla nació en la Ciudad de México en el año 1989, como un susurro en la noche que se niega a ser olvidado. En la penumbra de su insomnio, donde los sueños se tornan quimeras y el silencio se vuelve un lienzo, comenzó a tejer historias. Su ventana, un portal hacia la Luna, le ofrecía la luz plateada que iluminaba sus pensamientos inquietos, mientras sus ojos se posaban en la figura de una vecina envuelta en rumores sombríos, marcada con el estigma de ser una “bruja”. Los ecos de aquellos anuncios nocturnos, vestigios de su eterna vigilia, se transformaron en las raíces de su creación literaria. Era un bosque donde las ideas brotaban como árboles antiguos en un jardín secreto. El destino le sonrió cuando, bajo el techo protector de una tía, mientras ayudaba a su hija con tareas ajenas, ganó un concurso casi por accidente. O quizás fue su propio espíritu quien reclamó esa victoria disfrazada. No obstante, fue tras