sábado, 11 de febrero de 2017

El instante luminoso


Quiero que te petrifiques
como una virgen en su altar
para venerarte siempre,
no te muevas, quédate así,
deja que mis ojos se consagren
y mi memoria eternice el instante.
Quiero que te petrifiques
como una efigie griega
para escribir una oda en tu piel.
¿Qué sería de la Ilíada sin Helena?
¿Qué sería de la Odisea sin Penélope?
¿Que sería yo
                       sin ti?
No te muevas, quédate así,
que escribiré todas las batallas de nuestra carne
y todos los periplos de nuestro amor,
los reescribiré cada día y cada noche,
pero no te muevas, quédate así.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario