sábado, 11 de febrero de 2017

Tú y el mundo son lo mismo


Ya no quiero criticar al mundo,
tampoco quiero juzgarlo,
porque estoy exhausto.
Y mucho menos quiero recordarte
porque estoy rendido.
¡Tú y el mundo son lo mismo!
Yo pensé que eras la excepción
en un mundo en donde
se acostumbra la impunidad y la traición,
el asesinato y la mentira;
en un mundo en donde
el pueblo critica,
el gobierno roba
y la justicia se vende al mejor postor;
en un mundo en donde
se atonta con la televisión,
se dan noticias amputadas
y se limita la libre expresión;
en un mundo en donde
se practica el consumismo
y las modas importan bastante.
¡Tú y el mundo son lo mismo!
Yo pensé que eras la excepción
en un mundo en donde
se ensucian los mares,
se talan los árboles,
se protegen mamíferos pero se exterminan insectos;
en un mundo en donde
se ignora al desvalido,
se señala al miserable
y se critica al homosexual;
en un mundo de
secuestros,
trata de personas
y terrorismo;
en un mundo en donde
se hace la guerra,
se inmoviliza la paz
y se asesinan inocentes y culpables por igual.
¡Tú y el mundo son lo mismo!
Yo pensé que eras la excepción
en este mundo que
se tuerce,
se cae,
se muere;


pero qué más da, unos vienen y otros van,
y tú te puedes largar:
mientras tanto yo me duelo
a solas, exhausto y rendido,
olvidando a la que eres y evocando a la que fuiste,
esa a quien creí la excepción en este mundo podrido.

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