El futuro en una página en blanco
Cuando me adentré en el mundo de la poesía, hace ya varios años, me costaba mucho escribir algo decente, siempre con la página en blanco burlándose de mí. Me daba miedo que otros leyeran mis primeros intentos, temía las críticas y los juicios.
No encontraba lo que quería plasmar ni sabía por dónde empezar, probaba con distintos temas, tonos, estilos, buscando mi voz entre tanta confusión.
Poco a poco fui labrando mi camino, ganando confianza en mis palabras y en lo que quería transmitir. Aprendí a aceptar las críticas como parte del proceso y a valorar cada chispazo de inspiración que surgía de mí. Descubrí que la poesía no solo está en las palabras bonitas, sino en la sinceridad y la autenticidad de lo que uno expresa.
Hoy miro hacia atrás y veo las vueltas y revueltas que di para llegar hasta aquí. Aunque aún sigo explorando nuevos horizontes poéticos, me siento agradecido por haber superado el miedo a la página en blanco y por haber encontrado mi voz en medio de tanto ruido.
Así que si hay alguien ahí afuera luchando con sus primeras letras, con miedo a ser juzgado o sin encontrar su rumbo poético, solo puedo decirles una cosa: sigan adelante, no se rindan, confíen en su voz única y en la belleza de sus palabras sinceras. Porque al final del día, lo importante es expresar lo que llevamos dentro, sin miedo al qué dirán.
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